lunes, 17 de enero de 2011

CRECIMIENTO, EVOLUCIÓN, DESPERTAR (II)

EL CAMINO DE LA EVOLUCIÓN: Del Físico al Psicológico y de este al Consciente
En el momento del Big-Bang todo estaba unido y se disgregó. El retorno a la Unión es lo que nos impulsa y mueve, constituye el objetivo de todos nuestros objetivos, opera detrás de cuanto hacemos, pensamos y sentimos.

EVOLUCIONAR es el objetivo de la vida y la clave de la existencia, todos los seres que habitamos la Tierra vivimos esta experiencia. En el discurrir del tiempo, desde la ameba al hombre, el viaje no ha concluido. El conocimiento del mundo animal nos ofrece el registro histórico de la evolución de las especies. A mayor cualificación, mayor adaptación y consecuente desenvoltura. La datación de los homínidos se remonta dos millones de años atrás. A medida que fueron mejorando y desarrollando cualidades y capacidades, su perfección y libertad fue creciendo. Caminamos hacia la unificación que no es otra cosa que caminar hacia el Amor-Unión, perteneciente a la dimensión de la Consciencia. 

En el ser humano, el camino de ascenso está trazado: de la materia evolucionó la vida, instaurándose en el cuerpo físico, este dio lugar al Sistema Psicológico, y éste a su vez engendrará nueva forma superior, La Consciencia. El hombre destaca sobre el resto de seres animados gracias a su Sistema Psicológico comprendido en la dimensión contigua-superior a la física (En argot informático, el cerebro, “placa base”, sería el hardware, elementos materiales de la máquina. Las transacciones que realizan las neuronas se soportarían en el Software, soporte lógico, elementos psicológicos del programa). El paso evolutivo al Consciente nos dotará de mayor libertad. Es un viaje de la división a la unión, de la ignorancia al conocimiento, de la oscuridad a la luz, del instinto a la razón-afectividad, y de esta a la Consciencia.

La vida no es un fin en sí misma, que también, sino el medio y campo de experimentación para evolucionar. La evolución se produce paso a paso, escalón a escalón. Si el precedente no fue completado en su totalidad no habrá ascenso. Son absurdos los saltos evolutivos; el rosal no florece en invierno.

Tenemos pre-programación evolutiva tanto biológica como psicológica, instrucciones grabadas en el ADN conducen el lento proceso.Evolución es elevar cualidad y calidad, ser superior, más rico, grande, sano, libre... Pero la “evolución” –ya lo hemos dicho– es un salto que únicamente puede dar la especie (humana). Nosotros, de modo individual, únicamente podemos contribuir mediante el Crecimiento.


CLAVES BÁSICAS
para crecer
El crecimiento ha de aportarnos, notoriamente, dos cuestiones básicas, en beneficio general de nuestra vida: 1) Mejorar, ampliar y enriquecer, tanto el cuerpo físico como, muy especialmente, nuestro ser psicológico, armónicamente. 2) Mejorar, ampliar y enriquecer, tanto nuestra relación con las personas que nos rodean, como con el resto de seres y cosas de la Naturaleza (que están ahí, con nosotros, en el común viaje de la vida), armónicamente.Es muy importante fijarse y comprender los términos “mejorar”, “ampliar”, “enriquecer”, ...armónicamente. COMPRENDER esto y no quedarse meramente en entenderlo o conocerlo, va ha ser concluyente a la hora de afrontar nuestro propio crecimiento. Porque en el discurrir de nuestra realización, tendremos multitud de obstáculos y solo una fe e insistencia fuertes y decididas, pueden servirnos de palanca para remover las limitadas estructuras del pasado. Hay multitud de libros, cursos, videos..., que dicen cosas útiles para crecer, pero pasa el tiempo y nada se mueve, ni interna, ni externamente en nosotros. Comprender que podemos mejorar o perfeccionarnos, ampliar o hacernos más grandes, enriquecer o prosperar en nuestra vida, tanto personal, como de relación, es el primer paso a dar para “garantizar” ese posible Crecimiento,  ...y no hay ningún límite. Comprender no se alcanza en un día, ni en una semana..., lleva su dedicación y su tiempo.

Una razón más: 
Decimos que queremos, que amamos, a vuestros hijos, a nuestro hombre o a nuestra mujer, a nuestros padres, a nuestros amigos..., ¿seguro?, ¿los amamos?. No hay duda, si, los amamos.  Pero hay que ir un poco más allá, hay que preguntarse ¿DESDE DONDE AMAMOS?. Si no me amo, -de verdad, realmente, con solidez y consistencia..., con grandeza, a mi mismo-, ¿cómo puedo amar a alguien? Lo amaré –y ese amor así será– desde mis desequilibrios, mediocridades, desde mis intocables gustos y deseos..., desde mis limitaciones. No puedo amarlos desde un soporte más digno (que siempre lo hay) porque carezco de él, porque lo que tengo es, muy posiblemente, mezquindad, vulgaridad, imperfección..., pequeñez. Sólo nos conocemos, por lo general, muy superficialmente. En cuanto comenzamos a profundizar salen a la luz nuestras muchas limitaciones. Sin haber realizado un decidido auto-conocimiento, los detalles, como las arrugas en la cara, nos pasan desapercibidos, y en el caso de verlos, los maquillamos. CRECER ES INEXORABLE: o lento con sufrimiento, o rápido, con trabajo

En el Crecimiento lento, la Naturaleza se vale del ardid de la alternancia de sufrimiento y felicidad, de fracaso y éxito, de insatisfacción y satisfacción, de disgusto y gusto..., es decir, del palo (castigo) y la zanahoria (premio), en definitiva del SI y del NO, de abrir y cerrar. Pero en el rápido, solo cabe el trabajo, no hay otra herramienta, laborar insistentemente. Quien nos hable de fórmulas mágicas nos está mintiendo. El trabajo al principio es de “cultivo”, no de cosecha y esto nos desespera. ¿Habéis plantado alguna semilla?, ¿Qué tenéis que hacer después, el tiempo inmediato? Tenéis hijos, ¡¡¡cuántos cuidados, cuánta dedicación...!!!? Ha de quedar claro (y quedar claro es “comprenderlo”) que sin trabajo NO HAY Crecimiento. Los medios a emplear son ladrillos y andamios en la edificación de uno mismo, pero hay que tener la capacidad de ir acoplándolos uno a uno, paso a paso. Cultivar para posteriormente cosechar lleva su tiempo, su trabajo, su organización.

Y..., ¿cómo crecer?-Hay unas líneas generales que será conveniente tener en cuenta para apuntar hacia ellas (dando por hecho que el físico está medianamente atendido, alimentación, ejercicio, descanso, respiración...):

Crecemos al romper rutinas (malformadas y obstaculativas) psicológicas. Tenemos muchas, cientos. Se manifiestan en forma de hábitos, costumbres, asociaciones fijas... Aunque las realizamos a diario, tan cerca están de nosotros que no las vemos (esto nos lleva ha hacer previamente un inventario de ellas). 

Crecemos al solucionar conflictos. Estos son tierra abonada para que nazca y crezca las diferentes formas que se nos presentan en forma de sufrimientos, la mayoría de ellos inútiles por lo que de reiterados tienen e insolucionados (pero antes hay que verlos con nitidez). 

Crecemos al vivir lo nuevo. Una y otra vez repetimos los mismos patrones viejos, de alguna manera rechazamos “lo nuevo”, quizás por miedo, quizás por falta de energía para afrontarlo..., la más de las veces por desidia.

Crecemos al cuestionarnos. Seguro que tenemos muchas virtudes, facultades, capacidades, pero... también tenemos carencias que no queremos ver y nos retienen en la parvedad.

Y sobre todo crecemos al realizar un auténtico trabajo de investigación sobre nosotros mismos, de auto-conocimiento, de saber lo que soy y dónde estoy, de comprender el insuficiente estado de desarrollo en el que me encuentro.


¿EN QUÉ ETAPA DEL CAMINO ESTAMOS?Dado que nuestro ser está constituido por una triple dimensión, la física o material, la psicológica o mental, y la consciente o espiritual, nuestro crecimiento irá paralelo a cada una de estas dimensiones o áreas y al conjunto integral (general, de las tres). Así como no puede hacerse una sola talla de traje o vestido, sino, al menos, tantas como complexión física de las diferentes personas, tampoco el modelo de crecimiento puede ser único, ha de ajustarse, en la medida de lo posible, a la configuración o grado de crecimiento y evolución de cada uno. 

En cada uno de nosotros se desarrollan unas partes y otras se quedan atrás. En lo referente a lo físico, todos los humanos tenemos similar desarrollo. En cuanto a lo mental o psicológico hay que verificar en qué parte del camino estamos actualmente. Para “tener una noción”, y solo a este fin, del desarrollo o evolución de cada persona, vamos a detallar brevemente las posibles etapas o grados desde los que partimos en el camino del crecimiento: 

-- Etapa primaria, de Mente baja –niñez–. Sujeta, limitada, apegada, dependiente y relacionada con lo material, excluyendo cualquier forma sutil, muy alejada todavía de lo intelectual y de lo medianamente afectivo, inoperante y contraria al campo de las ideas e imaginación creativa. Por definición, muy superficial. Comer, beber y lo otro, son sus máximas aspiraciones e inexcusables objetos de satisfacción. Seguramente el 90% de los humanos pertenece a este grupo (y nos quedaremos cortos). Prácticamente nulos para una labor de Crecimiento rápido. Suelen ser, a su manera, bastante felices –niñez–. 

-- Etapa central, de Mente intermedia –adolescencia–. Comienza tímidamente a despegarse e independizarse de la materia, a ejercer cierto control sobre su cuerpo y a tomar contacto con lo intelectual y lo afectivo sutil. Da sus primeros vuelos en la cultura, las artes, la estética, las ideas e ideales..., las Ciencias y las Letras. Una mediana sensibilidad afectiva, un cierto grado de ternura interna y externa...,  tiene la posibilidad, aunque todavía remota, de iniciarse en la búsqueda del campo consciente o espiritual. La lectura, el conocimiento, la investigación..., cierta sensibilidad con las personas y demás seres, ayudar a necesitados…, cubren más acertadamente el campo de sus satisfacciones. Aquí estarían incluidos los buscadores de la Verdad, los que muestran rebeldía contra la estructura social en uso..., que serían un pequeño grupo dentro de este grupo. Pueden estar ligeramente atraídos hacia el Crecimiento rápido, pero como están tan entretenidos con sus juguetes y con sus particulares juegos, suelen aplazar la tarea indefinidamente, ocupándose más de lo externo que de lo interno-propio. Esta etapa está presidida por la alternancia de felicidad y sufrimiento, con frecuencia bastante agudizado en ambos polos.-- Etapa superior, de Mente alta –madurez–. Libre e independiente, en gran medida, del mundo físico, dirige su propia vida mental con éxito y busca la Verdad de la verdad, la Realidad de la realidad, la Libertad de la libertad, y aquello superior a ella: lo Espiritual. La acumulación de saber, tener y poder exterior, en cualquiera de sus formas, lo ha transformado en y hacia el saber, tener y poder sobre “su interior”. Se dio cuenta “del juego” y lo más importante y definitivo: tomó conciencia del jugador. Vio el sueño, vio su propio estado de dormido y el de toda la humanidad y solo atiende a una preocupación, que es su mayor objeto de satisfacción: Despertar. Las dificultades en esta etapa deben ser inmensas, lo único que acierta a ver es su propio estado hipnótico. En algún momento, vio algo de lo que había detrás del velo, vio la LUZ y se debate en cómo salir de la oscuridad y regresar a Ella, en cómo escapar de la prisión, en cómo trascender la Ignorancia... La dificultad de las dificultades de esta etapa son la infinidad de Puertas Falsas que hay, trampas puestas para los incautos.Como se observará, el objeto de nuestras particulares satisfacciones define la etapa o grado de crecimiento en el que estamos y del que partimos.

Como todas las definiciones generales, esta expuesta, tiene sus defectos y no puede tomarse al pie de la letra, pero nos da una idea de lo que somos o de donde estamos –todos/as– en la escalera de lo inevitable, de donde surgimos, y hacia donde vamos. 

Nadie puede ser definido completamente dentro de una de las etapas, más bien, según para qué, cómo y cuándo se ubica alternamente en uno de ellas. Lo más común es retroceder a las etapas inferiores.

También apuntar que el grado de evolución de la mente, aunque en principio parece algo individual, está muy ligado a la cultura, sociedad o civilización en la que vivimos, no tendrá las mismas posibilidades, medios… por ejemplo, quien ha nacido en Angola que quien nació en España…, así como también está determinado por las circunstancias particulares de cada uno. Pero eso forma parte del misterio.
aurguki 


AFINAR LAS CUERDAS DE LA GUITARRA
Si quieres beneficiarte de algo de lo que tratan de expresar estos temas, tendrás que echar mano de la “lupa interna”, desmenuzar las palabras, ver las particularidades. De no hacerlo así, te pasaran desapercibidos detalles que pudieran ser importantes. Una guitarra no puede sonar bien si sus cuerdas no están afinadas. Un texto no puede expresarse, en toda su dimensión, si los ojos que lo leen son imprecisos.

CRECIMIENTO, EVOLUCIÓN, DESPERTAR (I)

Somos, EVOLUCIÓN
Sitúa la Ciencia Oficial el origen de materia, tiempo y espacio en la Gran Explosión o Big Bang, ocurrió esto hace 13.700.000.000 (trece mil setecientos millones) de años. Para el ser humano, ligado al Universo, todo comienza en ese instante.

Millones de años después de aquello, la energía inicia su solidificación y se forman las Galaxias. Bastante tiempo después nace el Sistema Solar.

A través de otros tantos millones de años, La Tierra, incandescente, comienza a enfriarse, poco a poco se dan los primeros indicios de vida, surgen unas formas de seres bajo el agua que liberan oxígeno a la atmósfera; está surgiendo el proceso de la vida. Se inicia la colonización del agua por plantas y peces.

Pronto (miles de años después) las plantas comienzan a ocupar nuestro planeta en el exterior, en tierra firme. Le seguirán los insectos, mucho después surgirán los reptiles, aves, ...y por fin los mamíferos.

De entre todos los mamíferos, un grupo de ellos sobresale respecto a los demás: los primates. Pasan miles de año hasta que algunos de ellos se hagan bípedos. Considerable tiempo después surgen dos ramas que serán nuestros antepasados más cercanos: Neandertal y Sapiens, los primeros sucumben y queda todo el espacio terrestre en manos de los Sapiens-Sapiens.

Lo que antecede es una brevísima síntesis de la evolución de la vida, desde el comienzo hasta hoy, referido a nosotros, humanos. Es lo que podemos denominar: la Evolución General.


Crecimiento Personal, rama de la Evolución General

Lo que llamamos “Crecimiento Personal” es una rama de la Evolución General.
La evolución más reciente de la especie humana podemos seguirla a través de la Prehistoria y la Historia y siempre ha sido un continuo proceso de cambio y adaptación, no solo al medio natural, sino también a los progresos de la sociedad en sus diferentes aspectos.

Todo el mundo, todos los seres, todas las personas están sujetos a la evolución, tanto individual como colectiva, a su vez todo el mundo está sujeto al Crecimiento Personal, quiera o no quiera, sea consciente de este proceso o no lo sea. Estamos hablando de la Evolución y Crecimiento Natural.

Actualmente el caldo de cultivo sobre el que realizamos este proceso de evolución en la Cultura Occidental es la Democracia, unido al Liberal-Capitalismo, o dicho de otro modo, el Consumismo que bien podemos apodar “exacerbado”.
El Crecimiento Personal, como rama de la Evolución General ha existido siempre, favorecido principalmente por la cultura del momento, los usos y costumbres sociales y con particular significación por el mito de la Religión, con su imposición de reglas éticas y morales y consecuentemente afectando a las personas y a la sociedad en general.


Dos pequeñas notas aclaratorias:
El Crecimiento se efectúa en las personas, individual, unilateralmente. La Evolución acaece cuando el “crecimiento” efectuado por varios individuos salta o se manifiesta en la “especie humana”.

Crecimiento es sumar o agregar nuevas cualidades, capacidades o potencialidades. Lo diferenciamos de la “Psicoterapia” porque ésta toma modelos para arreglar (ordenar, enderezar, equilibrar) lo que ya tenemos. Para que el Crecimiento sea fidedigno y quede acreditado ha de ir paralelo a la Psicoterapia (o restablecimiento del equilibrio de lo que ya poseemos).

Hay dos formas de efectuar el Crecimiento Personal, una lenta o natural, guiada por el proceso evolutivo ejercido por la Naturaleza (medio ambiente, cultura, sociedad...) y la otra rápida, dirigida o autodirigida (autocrecimiento),  utilizando formas que aceleran significativamente el proceso de crecer.

En el modelo lento se encuentran incluidas todas las personas de la humanidad, realizando su particular crecimiento espoleadas por las circunstancias, eventos y otras personas de su cercanía y entorno. En el rápido, únicamente aquellos que se ponen a trabajar en esa dirección, con mayor o peor éxito, además, estos siguen amparados por el modelo lento, ya que también son afectados y contribuyen a su crecimiento aquellas circunstancias y personas que se suceden en su vida.
El primer modelo, lento, es comparativamente más seguro que el segundo. Los múltiples “modelos rápidos” acarrean con frecuencia consecuencias contraproducentes respecto al Crecimiento y llevan así a constituir una marcha de cangrejo (ir para atrás), aunque existe la posibilidad de si se escoge el modelo adecuado, la rapidez y eficacia en los resultados, llevan a extraordinarios cambios favorables de avance y crecimiento real.

A este respecto, he de decir que en mi experiencia a lo largo de los años, he conocido a muchas personas entroncadas con los modelos rápidos y la inmensa mayoría cae en radicalismos que para nada favorecen el buen nombre de lo que denominamos “Crecimiento Personal” En su lugar son, involuntaria e inconscientemente los más fieles detractores, manchando el nombre que justamente hace que las nuevas personas que pudieran acercarse a estos temas rechacen la posibilidad, por el ejemplo de estos lastimosos elementos/tas. Pero esto más pudiera parecer un juicio (o prejuicio) de quien escribe, que una realidad. Como argumento en su favor diré que basta observar lo siguiente:

Para que el Crecimiento Personal (rápido) realizado por un individuo/a SEA GENUINO, ha de tener dos consecuencias CLARAS: 1) Ha de aportar paz, armonía, bienestar interno... a su portador, y 2) ha de contribuir a una mejor inter-relación entre las personas de su entorno –Cuando en lugar de unión (comprensión, entendimiento, aceptación del otro tal como es...) entre las personas, se decanta la división y exclusión de los que no comulgan con MI PARTICULAR visión, el “crecimiento” es una falacia TOTAL. En estos caminos hay innumerables formas de perderse y caer en las ciénagas.

Para un efectivo Crecimiento Personal ha de atenderse tanto a nuestra área física o cuerpo, como a la psicológica o mente y también a la espiritual o consciente, de un modo INTEGRAL.

El Crecimiento Personal (rápido), independientemente del modelo que siga (filosofía, metodología, enseñanzas orientales, prácticas, terapias...), ha de ir de la mano del “Conocimiento de Si Mismo”. Si me dan una extraordinaria máquina y desconozco su funcionamiento, no podré utilizarla y sacarle el debido rendimiento. El arquitecto que diseña y construye enormes edificios, no salió de la nada, precisó “conocer” y eso le llevó trabajo y tiempo. Si no me conozco, como podré crecer, desarrollarme, ampliarme... ?

Como hijo del Crecimiento, el Conocimiento de Si, también tiene dos modelos: el lento, todo individuo se va conociendo así mismo en contacto con circunstancias y personas a lo largo de su vida; y el rápido que es aquél en el que se efectúa un trabajo dirigido o autodirigido de lo que somos internamente. El “autoconocimiento lento” apenas tiene repercusión en el Crecimiento Personal.

A este respecto es muy importante, como prolegómeno, diferenciar nuestras tres partes, áreas o dimensiones.., física o material, psicológica o mental y Consciente o espiritual. De no hacerlo caeremos en confusiones, mezcolanzas y desórdenes que ofuscan desde el principio un acreditado desarrollo y construcción del Crecimiento.

En nuestro actual proceso evolutivo los humanos nos hayamos desarrollando nuestra parte “mental o psicológica” y es a ella donde deberíamos dirigir y enfocar el autoconocimiento, pues mientras no esté medianamente completo su desarrollo, los pasos posteriores (consciencia, espiritualidad) no podrán realizarse, tal y como no se puede mantener en pie la tercera planta de un edificio si no se ha solidificado la segunda.

Muchas personas hablan de “espiritualidad” y están malamente vestidos en su parte psicológica (percepciones parciales, pensamientos compulsivos, sentimientos aleatorios, estados de ánimo, intereses, deseos, egoicidad...., desordenados, confusos, contradictorios, ignorantes...), para asumir esta potencialidad. Cuando se comienza por “arriba” la única posibilidad que hay es la de “bajar”.

Además, el “conocimiento de sí” tampoco es suficiente por sí mismo, ha de colaborar la “comprensión de sí”, cualidad que solo el tiempo y una dedicación sin titubeos puede solidificar. Así, la “Comprensión” es una rama, retoño o hijo del “Autoconocimiento” que a la vez lo es del Crecimiento Personal y este de la Evolución General.

Existen multitud de modelos de Crecimiento Personal, y cada persona ha de guiarse por lo que su idiosincrasia particular le llame o requiera. No hay mejores o peores modelos, sino que cada uno es mejor o peor en función de como se acomode a las necesidades internas de cada uno. 

aurguki