Sitúa la Ciencia Oficial el origen de materia, tiempo y espacio en la Gran Explosión o Big Bang, ocurrió esto hace 13.700.000.000 (trece mil setecientos millones) de años. Para el ser humano, ligado al Universo, todo comienza en ese instante.
Millones de años después de aquello, la energía inicia su solidificación y se forman las Galaxias. Bastante tiempo después nace el Sistema Solar.
A través de otros tantos millones de años, La Tierra, incandescente, comienza a enfriarse, poco a poco se dan los primeros indicios de vida, surgen unas formas de seres bajo el agua que liberan oxígeno a la atmósfera; está surgiendo el proceso de la vida. Se inicia la colonización del agua por plantas y peces.
Pronto (miles de años después) las plantas comienzan a ocupar nuestro planeta en el exterior, en tierra firme. Le seguirán los insectos, mucho después surgirán los reptiles, aves, ...y por fin los mamíferos.
De entre todos los mamíferos, un grupo de ellos sobresale respecto a los demás: los primates. Pasan miles de año hasta que algunos de ellos se hagan bípedos. Considerable tiempo después surgen dos ramas que serán nuestros antepasados más cercanos: Neandertal y Sapiens, los primeros sucumben y queda todo el espacio terrestre en manos de los Sapiens-Sapiens.
Lo que antecede es una brevísima síntesis de la evolución de la vida, desde el comienzo hasta hoy, referido a nosotros, humanos. Es lo que podemos denominar: la Evolución General.
Crecimiento Personal, rama de la Evolución General
Lo que llamamos “Crecimiento Personal” es una rama de la Evolución General.
La evolución más reciente de la especie humana podemos seguirla a través de la Prehistoria y la Historia y siempre ha sido un continuo proceso de cambio y adaptación, no solo al medio natural, sino también a los progresos de la sociedad en sus diferentes aspectos.
Todo el mundo, todos los seres, todas las personas están sujetos a la evolución, tanto individual como colectiva, a su vez todo el mundo está sujeto al Crecimiento Personal, quiera o no quiera, sea consciente de este proceso o no lo sea. Estamos hablando de la Evolución y Crecimiento Natural.
Actualmente el caldo de cultivo sobre el que realizamos este proceso de evolución en la Cultura Occidental es la Democracia, unido al Liberal-Capitalismo, o dicho de otro modo, el Consumismo que bien podemos apodar “exacerbado”.
El Crecimiento Personal, como rama de la Evolución General ha existido siempre, favorecido principalmente por la cultura del momento, los usos y costumbres sociales y con particular significación por el mito de la Religión, con su imposición de reglas éticas y morales y consecuentemente afectando a las personas y a la sociedad en general.
Dos pequeñas notas aclaratorias: El Crecimiento se efectúa en las personas, individual, unilateralmente. La Evolución acaece cuando el “crecimiento” efectuado por varios individuos salta o se manifiesta en la “especie humana”.
Crecimiento es sumar o agregar nuevas cualidades, capacidades o potencialidades. Lo diferenciamos de la “Psicoterapia” porque ésta toma modelos para arreglar (ordenar, enderezar, equilibrar) lo que ya tenemos. Para que el Crecimiento sea fidedigno y quede acreditado ha de ir paralelo a la Psicoterapia (o restablecimiento del equilibrio de lo que ya poseemos).
Hay dos formas de efectuar el Crecimiento Personal, una lenta o natural, guiada por el proceso evolutivo ejercido por la Naturaleza (medio ambiente, cultura, sociedad...) y la otra rápida, dirigida o autodirigida (autocrecimiento), utilizando formas que aceleran significativamente el proceso de crecer.
En el modelo lento se encuentran incluidas todas las personas de la humanidad, realizando su particular crecimiento espoleadas por las circunstancias, eventos y otras personas de su cercanía y entorno. En el rápido, únicamente aquellos que se ponen a trabajar en esa dirección, con mayor o peor éxito, además, estos siguen amparados por el modelo lento, ya que también son afectados y contribuyen a su crecimiento aquellas circunstancias y personas que se suceden en su vida.
El primer modelo, lento, es comparativamente más seguro que el segundo. Los múltiples “modelos rápidos” acarrean con frecuencia consecuencias contraproducentes respecto al Crecimiento y llevan así a constituir una marcha de cangrejo (ir para atrás), aunque existe la posibilidad de si se escoge el modelo adecuado, la rapidez y eficacia en los resultados, llevan a extraordinarios cambios favorables de avance y crecimiento real.
A este respecto, he de decir que en mi experiencia a lo largo de los años, he conocido a muchas personas entroncadas con los modelos rápidos y la inmensa mayoría cae en radicalismos que para nada favorecen el buen nombre de lo que denominamos “Crecimiento Personal” En su lugar son, involuntaria e inconscientemente los más fieles detractores, manchando el nombre que justamente hace que las nuevas personas que pudieran acercarse a estos temas rechacen la posibilidad, por el ejemplo de estos lastimosos elementos/tas. Pero esto más pudiera parecer un juicio (o prejuicio) de quien escribe, que una realidad. Como argumento en su favor diré que basta observar lo siguiente:
Para que el Crecimiento Personal (rápido) realizado por un individuo/a SEA GENUINO, ha de tener dos consecuencias CLARAS: 1) Ha de aportar paz, armonía, bienestar interno... a su portador, y 2) ha de contribuir a una mejor inter-relación entre las personas de su entorno –Cuando en lugar de unión (comprensión, entendimiento, aceptación del otro tal como es...) entre las personas, se decanta la división y exclusión de los que no comulgan con MI PARTICULAR visión, el “crecimiento” es una falacia TOTAL. En estos caminos hay innumerables formas de perderse y caer en las ciénagas.
Para un efectivo Crecimiento Personal ha de atenderse tanto a nuestra área física o cuerpo, como a la psicológica o mente y también a la espiritual o consciente, de un modo INTEGRAL.
El Crecimiento Personal (rápido), independientemente del modelo que siga (filosofía, metodología, enseñanzas orientales, prácticas, terapias...), ha de ir de la mano del “Conocimiento de Si Mismo”. Si me dan una extraordinaria máquina y desconozco su funcionamiento, no podré utilizarla y sacarle el debido rendimiento. El arquitecto que diseña y construye enormes edificios, no salió de la nada, precisó “conocer” y eso le llevó trabajo y tiempo. Si no me conozco, como podré crecer, desarrollarme, ampliarme... ?
Como hijo del Crecimiento, el Conocimiento de Si, también tiene dos modelos: el lento, todo individuo se va conociendo así mismo en contacto con circunstancias y personas a lo largo de su vida; y el rápido que es aquél en el que se efectúa un trabajo dirigido o autodirigido de lo que somos internamente. El “autoconocimiento lento” apenas tiene repercusión en el Crecimiento Personal.
A este respecto es muy importante, como prolegómeno, diferenciar nuestras tres partes, áreas o dimensiones.., física o material, psicológica o mental y Consciente o espiritual. De no hacerlo caeremos en confusiones, mezcolanzas y desórdenes que ofuscan desde el principio un acreditado desarrollo y construcción del Crecimiento.
En nuestro actual proceso evolutivo los humanos nos hayamos desarrollando nuestra parte “mental o psicológica” y es a ella donde deberíamos dirigir y enfocar el autoconocimiento, pues mientras no esté medianamente completo su desarrollo, los pasos posteriores (consciencia, espiritualidad) no podrán realizarse, tal y como no se puede mantener en pie la tercera planta de un edificio si no se ha solidificado la segunda.
Muchas personas hablan de “espiritualidad” y están malamente vestidos en su parte psicológica (percepciones parciales, pensamientos compulsivos, sentimientos aleatorios, estados de ánimo, intereses, deseos, egoicidad...., desordenados, confusos, contradictorios, ignorantes...), para asumir esta potencialidad. Cuando se comienza por “arriba” la única posibilidad que hay es la de “bajar”.
Además, el “conocimiento de sí” tampoco es suficiente por sí mismo, ha de colaborar la “comprensión de sí”, cualidad que solo el tiempo y una dedicación sin titubeos puede solidificar. Así, la “Comprensión” es una rama, retoño o hijo del “Autoconocimiento” que a la vez lo es del Crecimiento Personal y este de la Evolución General.
Existen multitud de modelos de Crecimiento Personal, y cada persona ha de guiarse por lo que su idiosincrasia particular le llame o requiera. No hay mejores o peores modelos, sino que cada uno es mejor o peor en función de como se acomode a las necesidades internas de cada uno.
aurguki
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